El futuro de la energía solar puede proyectarse desde la evolución o innovación en dos componentes fundamentales para que sea sostenible en el largo plazo: La creación de productos de bajo consumo o desarrollar baterías que almacenen más electricidad.

Dependiendo de los hábitos de consumo de las personas, el futuro de la energía solar puede hacer que uno de estos dos componentes predomine; sin embargo cada uno trae sus consecuencias.

Un efecto inevitable del consumo masivo son los residuos, que dependiendo de su capacidad para degradarse pueden causar serios problemas en el medio ambiente. Desde este punto de vista podríamos tener en un futuro cercano grandes montañas de baterías o de dispositivos electrónicos obsoletos, la producción masiva de cualquiera de estos dos componentes trae sus consecuencias.

Smartphones que funcionan con energía solar, un gran primer paso en el futuro de la energía solar. Foto: Inhabitat

Una solución ideal sería crear dispositivos que consuman energía de manera eficiente por medio de energías limpias y se almacenen en baterías que se degraden rápidamente.

Estos son los retos que enfrentan las empresas de tecnología para garantizar una cultura globalizada, debido a la constante demanda por estar siempre conectados, actualizados y ser productivos en todo momento. El futuro de la energía solar, más allá de las grandes Huertas Solares y otras soluciones a gran escala, podría generar resultados sorprendentes en dispositivos pequeños y en especial los de uso cotidiano, logrando de esta manera reducir el colapso inevitable de los recursos naturales por el consumo masivo.