El caso de Electricaribe es interesante ya que independiente de las falencias administrativas y factores ambientales que afectaron la calidad del servicio y la crisis financiera de la entidad, es la consecuencia de un desarrollo económico de la región caribe que demanda mayor cobertura y calidad del servicio.

Y más allá del impacto de Electricaribe en la estructura energética del país (que amenazó con afectar otras regiones durante el 2016), la buena noticia es que ha rediseñado su estrategia para mejorar su servicio en el 2017:

“Por primera vez en muchos años, los habitantes de la costa Caribe vieron una destacada mejoría en el servicio de energía. El servicio se presta al 100 %, dijo el presidente de la electrificadora, Edgardo Sojo. Esta situación se registra tras la toma de posesión de Electricaribe y en un escenario de puja entre Gas Natural Fenosa y la Superintendencia de Servicios Domiciliarios por la empresa eléctrica. La intervención de la compañía por la entidad de control ha dado buenos resultados, a juzgar por lo que manifiestan habitantes y dirigentes de la región. La empresa española presentó un recurso administrativo en contra de la intervención, tratando de recuperar la sociedad.”

Fuente: El Espectador – Ir al artículo original

Por otro lado las crisis son siempre generadoras de oportunidades y de innovación, lo cual es cada vez más fácil gracias a la tecnología.

Los momentos de crisis generan oportunidades ya que las limitaciones son el mejor combustible para la innovación. Vivimos en un país donde a pesar de las contrariedades políticas y desajustes económicos, surgen soluciones eficaces a problemas de gran escala y el caso de Electricaribe es un buen ejemplo de ello. Sin embargo quedan abiertas las puertas para un análisis más profundo sobre qué tan sostenible es la solución, o en otras palabras “hasta cuándo va a durar tanta belleza”.

Ciudades costeras como Barranquilla cuentan con varias fuentes de energías renovables que podrían convertirse en negocios rentables y sostenibles.

Las oportunidades que ofrecen las ciudades del caribe colombiano a través de las energías renovables -en particular la energía solar- nos recuerdan aquella historia del emprendedor que llega a un pueblo a vender zapatos y todos sus habitantes caminan descalzos, que en respuesta a la crítica de los escépticos que le preguntaban por qué vender zapatos en un lugar donde nadie los usa, respondió: “¡porque está todo por hacer!”.

La energía solar fotovoltaica es una excelente alternativa para obtener su independencia energética y convertirla en un negocio rentable al comercializarla, ya sea con la misma red eléctrica o con sus vecinos.

La Ley 1715 de 2014 es una importante iniciativa del gobierno para incentivar el uso de energías alternativas y renovables, que puede ser su gran aliado de emprendimiento para desarrollar negocios de este tipo, y si usted tiene este espíritu innovador seguramente encontró el potencial de la energía solar como la energía del futuro.

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