Mientras la temporada de huracanes en los océanos Atlántico y Pacífico ha dejado innumerables daños en las costas de todo el continente, desde hace dos años, la ciencia se ha visto retada hasta encontrar una curiosa alternativa con la que la energía eólica controlaría los huracanes.

Así lo explica un estudio realizado en la  Universidad de Stanford,  donde a  partir de una investigación que mide el efecto de los huracanes en los parques eólicos marinos, se descubrió que las turbinas pueden interrumpir a gran escala estos fenómenos meteorológicos.

Una forma de hacerlo es reduciendo la velocidad del viento hasta 150 km/h  disminuyendo el nivel de oleaje a un 50% aproximadamente.

Gracias a un  simulador de ciclones tropicales (como también se conocen en el océano indico) se puede medir la capacidad  que tienen  los  aerogeneradores para disminuir la retroalimentación de los vientos, pues este modelo informático puede estudiar la contaminación del aire, la energía, el tiempo y el clima.

También se ha podido  determinar desde el origen de los huracanes hasta la cantidad de energía que se lograría obtener gracias al movimiento de las turbinas impulsadas por las corrientes de viento.

“Hemos encontrado que cuando las turbinas eólicas están presentes, se desaceleran los vientos de rotación externa de un huracán”, dijo Mark Z. Jacobson, autor del simulador.

 

Lo que se puede evitar

Para ello la ambiciosa investigación propone las instalación de parques eólicos a los largo de las costas, pues ya se ha podido medir el impacto positivo sí durante pasados huracanes hubiera habido un gran arsenal de aerogeneradores.

Es decir que una serie de 78.000 turbinas de viento en la costa de Nueva Orleans hubiera debilitado significativamente al huracán Katrina ((categoría 5 (EHSS)) antes de tocar tierra. El viento habría llegado a 148 km/h y no a 280, de igual forma, las marejadas se habrían reducido en un 79%).

Katrina ocurrió en 2005 y dejó 1836 muertos y 108 mil millones de dolares en perdidas.

Mientras que para el huracán Sandy, el modelo proyecta una reducción de la velocidad de viento de entre 125 y 140 km/h, y hasta un 34% menos de marejada.

Finalmente estos parques eólicos marinos podrían resistir huracanes de categorías 2 y 3, razón por la que recomiendan la instalación de este tipo de turbinas en las zonas más vulnerables a estos fenómenos para así evitar desastres.

Si bien es cierto, la construcción de todo este parque de turbinas tiene un costo astronómico, sin embargo, buena parte de él, se podría financiar gracias al abastecimiento energético que la propia instalación generaría.

Eso sin destacar que es una inversión justificada frente a los daños irreparables que deja el paso de un huracán como ciudades destruidas, decenas de victimas mortales y millonarios daños materiales.

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