A raíz del interés creciente por desarrollar y utilizar energías renovables o alternativas, es fácil encontrar una cantidad de vídeos e instructivos al estilo “hágalo usted mismo” para producir electricidad por nuestra propia cuenta, sin depender necesariamente de una red eléctrica convencional. Los resultados (a pequeña escala) son sorprendentes, hasta el punto de formularnos la pregunta de “¿Por qué si es posible no se había hecho antes?”. Esta pregunta para algunos puede se un profundo tema de discusión donde las energías renovables se muestran como un acto de independencia frente a la industria energética. Y si bien la industrialización de los bienes de consumo humano están expuestas a una serie de consecuencias negativas y perjudiciales (en especial para el medio ambiente) no quiere decir que sean los malos del paseo. Sin embargo, gracias a la tecnología actual se pueden crear soluciones mucho más inteligentes.

“La invención de la máquina de vapor tuvo un impacto colosal en la producción de los bienes y productos que los seres humanos usamos en nuestra vida diaria.”
De hecho, la relación entre la energía (luz, fuego, pólvora, electricidad) y el poder (industria eléctrica, militar, mecánica) tiene sus raíces en las primeras poblaciones humanas, donde el control sobre los elementos determinaba el bienestar de un grupo de personas, por ende quien lograba manejar la energía tenía en cierto modo el poder (o la responsabilidad) de afectar de manera positiva o negativa el bienestar de la población a la que pertenecía.

La revolución industrial como su nombre lo indica, centralizó el poder de la energía a través de las máquinas, que incrementaron la capacidad de producir productos de manera masiva.

La invención de la máquina de vapor tuvo un impacto colosal en la producción de los bienes y productos que los seres humanos usamos en nuestra vida diaria, haciendo las distancias más cortas a través de los vehículos a motor, reduciendo los tiempos de preparación de la tierra para la siembra, y de igual manera para la cosecha. Del mismo modo el control sobre la electricidad y su aplicación nos permite hoy en día solucionar una cantidad de problemas que antes eran imposibles o no existían. Sin embargo, los efectos de toda esta innovación a gran escala presentaron una serie de factores que pueden comprometer nuestro bienestar como especie: Los recursos necesarios para sostener las máquinas y la electricidad (combustible) y que la población mundial se ha multiplicado, y por ende la demanda de productos.

Para satisfacer la demanda de una población tan grande se debe garantizar que los recursos sean renovables o infinitos, pero actualmente no son ni lo uno ni lo otro.

El poder de las energías renovables radica en que se puede producir electricidad de manera individual, doméstica y con recursos prácticamente infinitos.

Y es por eso que cada vez escuchamos más sobre el potencial de recursos naturales como el viento o el sol como soluciones energéticas, porque al aprovecharlos de manera adecuada podemos garantizar electricidad de manera independiente y sin el impacto que causa producir y distribuir electricidad de manera convencional. Como mencionábamos al comienzo de este artículo son soluciones a pequeña escala, pero suficientes para suplir la electricidad de una casa promedio. El reto consiste en cambiar el concepto de que las soluciones eficientes deben ser masivas, y más bien entender que la suma de muchas iniciativas independientes de manera colectiva son más inteligentes y definitivamente sostenibles. En otras palabras, si usted invirtiera en energía solar fotovoltaica y los resultados de su proyecto “antojaran” a su vecino, es probable que en poco tiempo el barrio entero funcione con energía solar, cada uno produciendo su propia energía pero en general un efecto colectivo.

La energía solar alimenta una pequeña casa de campo en Colombia
Proyectos agropecuarios con energía solar
Categorías: Energías Renovables y Sostenibilidad.