Los negocios con energía solar tienden a convertirse en factor competitivo en distintos ámbitos ya que al igual que las demás energías renovables cuentan con una gran ventaja: la optimización de recursos.
En todo negocio se deben considerar los gastos en insumos (en el caso de los productos) y utilización de recursos humanos (en el caso de los servicios) para estimar y proyectar utilidades. Si la relación entre gastos y utilidades es viable se obtiene el nivel de confianza necesario para llevarlo a cabo.
En el caso de la energía solar fotovoltaica la inversión en recursos se hace una sola vez y no se requieren gastos adicionales por un buen período de tiempo.
Ya que en esencia los componentes que pueden variar en un sistema de energía solar fotovoltaica son los paneles solares y las baterías, que pueden adquirirse para ampliar el sistema inicial y así producir y almacenar mayor electricidad. Más allá de lo práctico que es producir electricidad sin depender de contadores, postes y facturas, la gran ventaja de la energía solar fotovoltaica es que el recurso principal -o sea el sol- se encuentra prácticamente en cualquier lugar. Lo interesante es que en los últimos años ha comenzado un efecto que vuelve más atractiva la inversión en negocios con energía solar, que es la demanda creciente de vehículos eléctricos.
Un ejemplo de negocios con energía solar que funciona “a la fija”
Dato interesante: Estados Unidos, China e India son los pioneros en negocios con energía solar en el mundo.
Otros negocios con energía solar que pueden funcionar bastante bien
La mayoría de negocios requieren una cierta cantidad de recursos para su mantenimiento, podría decirse que todos requieren de alguna manera una fuente de energía. Ya que la energía solar puede convertirse en electricidad o en calor imagínese las posibilidades si cuenta con una fuente de energía gratuita, limpia y portable. Este tema es tan inspirador que escribimos sobre el potencial para desarrollar negocios con energía solar hace unos meses.