Es posible que el tema de la energía solar fotovoltaica, sus beneficios y las oportunidades para invertir en esta tecnología haya sido parte de alguna conversación casual con amigos, en su trabajo o a la hora del almuerzo. Seguramente habrán notado que estas conversaciones tienden a comenzar y acabar de la misma manera: Alguien tiene un proyecto campestre y un amigo le aconseja utilizar energía solar “porque vió unos páneles el otro día”. De inmediato aparece un comentario detractor (o más bien poco educado en el tema, comprobado) mostrando la energía solar como algo costoso e ineficiente, y remata otro comentario de alguien que escuchó que en Europa hasta la están prohibiendo; y este cruce de argumentos a favor o en contra de la energía solar llega a su punto más efervescente cuando alguien dice “además si fuera tan buena todo el mundo la utilizaría” y otro responde “es que al gobierno no le conviene” y la conversación cambia de dirección.

Y es que claro, la energía solar fotovoltaica ha sido uno de esas cosas que iban a suceder en el futuro y que en efecto está sucediendo, solo que en el futuro íbamos a tener carros voladores también y como todavía no vuelan, no nos sentimos en el futuro. Lo cierto es que sí lo estamos, o al menos una gran cantidad de predicciones en las películas de ciencia ficción se han cumplido. De hecho el asunto de las energías renovables ha evolucionado a muy buen ritmo debido a la necesidad de replantear la forma en que estamos haciendo uso de los recursos del planeta, que frente a una inminente escasez nos inspira a pensar en mejores alternativas. Pero para no salirnos de la pregunta que nos lleva a escribir este post, vamos a enfocarnos en su respuesta.


Estas son las razones por las cuales, siendo la energía solar fotovoltaica una solución tan buena, muy poca gente la usa:

1. Porque siempre fue una tecnología costosa, pero ahora no lo es

Los componentes de un sistema de energía solar fotovoltaica se han optimizado de manera dramática, llegando a reducir en más de un 80% el costo de producirlos. Por lo general cuando una tecnología nueva (como los celulares, los televisores planos, los relojes inteligentes, etc.) entra al mercado tiende a ser muy costosa y se considera un lujo, pero con el tiempo se hace más fácil de adquirir en la medida en que se optimizan los costos de producción. Con la energía solar fotovoltaica pasó que fue un lujo por mucho tiempo (más del que se esperaba para ser adquirido a nivel doméstico) y además era un lujo innecesario; pero como ya estamos en el futuro sucede que podemos adquirir y producir nuestra propia enegía eléctrica porque ya no cuesta tanto, o al menos cuesta muchísimo menos que mover miles de litros de agua potable en una central hidroeléctrica.

2. Porque sería romper una tradición

Una tradición económica, para ser precisos. Si consideramos que la infraestructura energética del país es colosal, teniendo en cuenta el área geográfica y la inversión que se ha hecho a lo largo de muchos años para convertir las fuentes hídricas en fuentes energéticas, cambiar la fuente (agua por luz solar) de esta infraestructura en el corto plazo es insostenible. La energía solar fotovoltaica es definitivamente una propuesta innovadora que puede funcionar muy bien si se implementa a gran escala pero de manera progresiva, y vale la pena pensar en cambiar esta tradición de utilizar el agua para producir electricidad por una más eficiente, en especial cuando el agua -o la falta de ella- se vuelve un factor determinante para garantizar un futuro igual o mejor que el que podemos sostener actualmente.

3. Porque la importancia está en la fuente

En realidad no se trata de cómo llevar electricidad a lugares remotos o cómo ahorrarse unos pesos en la factura eléctrica en los próximos 25 años. Se trata de entender que al encender cualquier aparato eléctrico con energía solar fotovoltaica se está reduciendo dramáticamente el impacto actual en el ambiente que tiene producir electricidad, ya que no se requiere ni un río ni una represa ni una planta de tratamiento de agua para producirla. Esto es entre el sol, la planta solar y usted.

Parte de esta revolución o tendencia a explorar e implementar sistemas de energías alternativas a las que dependen del petróleo o el agua, es que permiten darle un uso adecuado a cada cosa, es decir, que la electricidad sirva para producir luz, calor y energía para nuestros aparatos de uso cotidiano y el agua para hidratarnos, para regar grandes campos y producir alimentos y para darle espacio a miles de animales y plantas de vivir alrededor de un río o un lago como lo han hecho por siglos. Como pueden ver Los sistemas “tradicionales” de generación de electricidad dependen uno del otro (la electricidad del agua y viceversa), por ende si un componente falta o disminuye, el sistema completo colapsa. Es un buen momento para darle un mejor lugar a cada cosa, es un buen momento para ser parte del cambio.

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Categorías: Energía solar.