En un lugar cálido, sin ningún suministro de energía los alimentos al clima no son la mejor alternativa y no se conservan frescos a largo plazo. Por a continuación le enseñaremos paso a paso cómo hacer un refrigerador con materas de barro.

La también conocida nevera del desierto es un invento por Muhammed Bah Abba, un profesor nigeriano, quien a raíz de las necesidades eléctricas en su comunidad reutilizó unas macetas de arcilla, una dentro de otra llena de arena mojada, la cual mantiene la humedad.

Gracias al mecanismo de botijo, un proceso tan simple como popular, desde hace siglos los romanos hacían refrigeración por medio de la evaporación.

Para comprobarlo solo basta con dejar un recipiente  de barro en un ambiente de 30 grados cetigrados y una humedad del 40%  y logrará reducir la temperatura de cualquier alimentos hasta 10 grados en menos de una hora.

¿Cómo funciona?

Debido a la porosidad del recipiente el agua se va filtrando gradualmente hasta evaporarse  debido al contacto que tiene con el aire exterior y el calor que roba del agua contenida en el interior. Es por esta razón que este invento tiene un mejor rendimiento en lugares cálidos donde el aire es seco.

De hecho existe una ecuación matemática para cuantificar la capacidad de enfriamiento y conocer “la temperatura de bulbo húmedo, un parámetro termodinámico que marca el máximo que se puede enfriar un líquido por evaporación”, explica José Ignacio Zubizarreta, profesor químico de la Universidad Politécnica de Madrid.

Zubizarreta con su colega Gabriel Pinto llenaron un recipiente con 3,2 litros de agua y luego lo calentaron a una temperatura constante de 39 grados y a un ambiente con humedad relativa del 42%.

“Luego se comprobó que, con las condiciones que había diseñado, el agua se enfriaba unos 15 grados tras siete horas. A partir de ese momento, el agua empezaba a calentarse debido a la cantidad de agua que se había evaporado”.

 

Paso a paso

Tener dos vasijas de barro, sin pintar y sin ningún orificio en el interior. Es importante que una quepa dentro de la otra dejando un espacio de hasta 3cm entre una y otra.

Luego llene la olla más grande con arena, teniendo en cuanta que la pequeña debe quedar a la misma altura que la grande, algo que se logra si también se agrega arena desde la base.

Una vez el recipiente este dentro del otro y completamente cubiertos los lados con arena, vierta agua en la arena hasta que esta quede completamente mojada.

Finalmente guarde los alimentos (vegetales, frutas o bebidas en la olla pequeña y cúbralos totalmente con un trapo húmedo.

 

 

 

 

 

 

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