A 15 kilómetros de la costa de La Haya en Holanda, funcionará una planta solar fotovoltaica en la mitad del mar, la primera del Mar del Norte, cual tendrá la capacidad de generar hasta un 15% más de energía que las celdas instaladas en zonas terrestres.

Y aunque hasta inicios de este mes se presentó la iniciativa, se espera tener el primer  prototipo en los próximos tres años, un invento que se ha caracterizado por sus ventajas, pues al estar sobre el agua el aire es más fresco y eso mejora el rendimiento de la células.

 

Esta apuesta que impulsa las energías renovables hace parte de una alianza entre Oceans of Energy y la Universidad de Ultrecht, las cuales tienen  como finalidad  demostrar la resistencia de estas placas  en mar abierto, agua salada y en medio del oleaje.

De hecho se calcula que de lograr tal efectividad, este tipo de tecnología en locaciones offshore (fuera de la costa) podrían responder hasta el 75% de la demanda generada en Holanda.

Una de las ventajas de este proyecto es el uso del espacio, pues se pretende buscar otras alternativas para construir parques solares que no invadan espacio terrestre. Además se podrían ubicar en los parques de molinos de  energía eólica  donde las aguas son mucho más tranquilas.

Además del aprovechamiento del agua como superficie, lo tenemos en la refrigeración de los paneles. De acuerdo con sus creadores el hecho de estar sobre el agua es también una ganancia frente a los terremotos y movimientos. sísmicos.

No obstante, no es la primera vez  en el mundo que se hacen celdas flotantes; justo el año pasado en China se presentó la planta flotante más grande del planeta, pero sobre cuerpos de agua dulce. Se trata de Sungrow Power Supply Co  una empresa que se ha caracterizado en el gremio por la construcción de plantas solares flotantes de gran tamaño.  Su último diseño es capaz de generar 40 MW. 

Tanto en Holanda como en Japón y China este tipo de obras sostenibles se han convertido en una alternativa para el aprovechamiento del espacio y el refrigeramiento que causa el agua, pues hay menos pérdida de energía que si estuvieran instalados sobre tierra firme. Y en el caso de las que ya se están en funcionamiento, se han convertido en un ejemplo ambiental como es el caso de China, la cual flota sobre un lago que antes era una mina de carbón o en Japón donde su prototipo  ha sido adecuado para zonas húmedas protegidas pues la situación de los paneles sobre el agua reduce la evaporación y formación de algas.

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