Mientras en Ghana (África) el bambú crece en abundancia, Bernice Dapaah, fundadora de la marca Ghana Bamboo Bikes vio en esta planta una oportunidad para contrarrestar la falta de recursos y transporte público que afecta a los estudiantes. Fue así como desde hace nueve años impulsó la creación de bicicletas de bambú para que los niños no abandonaran la escuela.
“lo que intentamos hacer es facilitarles ese largo camino que deben recorrer a diario y así conseguir que se motiven para ir a la escuela”, Dapaah
Así mismo el proyecto para mantener una línea de conservación por cada pieza de bambú utilizada en la fabricación se plantan otras diez. El bambú es un árbol que crece muy rápido se obtienen beneficios mas pronto de lo que se piensa. Dependiendo la condiciones climáticas, una planta adulta puede alcanzar los 20-30 metros en 2-3 meses.
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Comparado con las bicicletas de metal tradicionales, las de bambú requieren menos electricidad y no se utilizan productos químicos peligrosos en su fabricación. Son ligeras y estables, pues el bambú es ecológico y flexible.
Con la sustitución de los materiales tradicionales para la elaboración de bicicleta por otros menos procesados y naturales como el bambú se puede reducir, durante el proceso de fabricación, casi en un 70% las emisiones de dióxido de carbono.
«Primero se corta el bambú al tamaño adecuado para incrementar su fuerza y resistencia. Luego se prepara una plantilla para el cuadro de la bicicleta y se une el bambú con una fibra natural muy fuerte denominada sisal. Y, finalmente, tras el periodo de secado, se encajan al marco los componentes manufacturados restantes», explicó la empresaria, Bernice Dapaah al medio ABC.
La compañía hoy se establece en Kumasi y ha vendido más de 1.000 ejemplares de este vehículo sustentable.
Con este emprendimiento, Bamboo Bikes ha empleado más de 40 personas (en su mayoría mujeres y granjeros que suministran el bambú). Cuentan con dos nuevas fábricas en dos zonas de una región de Ghana donde la mayoría de los jóvenes se dedican a la minería.
Tanto su diseño atractivo como su fabricación de bajo impacto ha sido un atractivo en otros países donde las han comprado como Estados Unidos, Burkina Faso, Mali, Turquía, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Nigeria y Bélgica.