Estos son algunos de los inventos colombianos más sostenibles, muchos de ellos desarrollados por jóvenes universitarios de diferente regiones del país. Desde ladrillos solares hasta papel hecho con residuos de caña de azúcar son algunos de los más revolucionarios.
1. Combustible con cascaras de huevo y aceite usado
Hasta hace pocos meses el director del departamento de ingeniería de la universidad Jorge Tadeo Lozano creó un método para obtener energía usando cascaras de huevo, aceite de cocina usado y envases PET.
Prácticamente lo que propone el autor de esta investigación es cambiar las materias primas con las que se hace biodiesel, el cual se hace muchas veces con aceite de palma, un monocultivo que ocupan grandes terrenos en los que se podría sembrar otros alimentos para el consumo.
Normalmente para mezclar el aceite con etanos se utiliza un catalizador liquido que luego debe ser retirado con grandes cantidades de agua (100 mil metros cúbicos de agua). Sin embargo, Vargas expuso una alternativa más sostenible que no demandara tantas cantidades de agua. Fue así como usó las cáscaras de huevo o envases PET, pues estos al tener una alta concentración de calcio y magnesio su oxido funciona como catalizador en el proceso de refinamiento.
2.’Un litro de luz’
En 2011 Camilo Herrera, un joven universitario, había decidido en 2011 replicar en Colombia el proyecto Un litro de luz, basándose en el conocido método Moser, un invento que funciona con la refracción de la luz solar utilizando una botella plástica de 2 litros, agua y un poco de cloro.
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Sin embargo, este invento, con el que se ha dotado de luz a diferentes comunidades de Brasil, India, Bangladesh, Argentina y Fiji solo funciona durante el día pues dependiendo de la cantidad de sol, la luz puede alcanzar de 40 a 60 watts.
Fotografía tomada de: www.unlitrodeluzcolombia.org
Aquella limitante impulsó a Herrera para investigar en un valor agregado que le permitiera desarrollar un mecanismo de alumbrado publico sostenible con paneles solares que le sirviera a las comunidades vulnerables durante la noche.
Cada sistema está hecho con postes fabricados con materiales de bajo costo como PVC, madera y hasta bambú, además de un panel solar de 30 vatios y una batería de 18 amperios/hora, cada poste consta de doce bombillo led cubierto por una botella de plástico que los protege y además emite luz blanca.
Cada poste puede costar 700.000 pesos y garantiza 28 horas de iluminación continua. Además cada farola tiene un rango de iluminación de entre 40 metros y 60 metros de radio, en función de su altura.
3. Papel con residuos de caña
Cada año se usan dos mil millones de toneladas de madera para producir 356 mil millones de toneladas de papel en el mundo, una cifra que inspiró al químico e investigador Jorge Humberto Borrero para crear un papel a partir de residuos de caña de azúcar con una técnica 37 % más barata que cualquier otra para hacer papel.
Foto: Fibras ecológicas
Para ello, Borrero decidió reemplazar el bagazo (residuo leñoso de la caña de azúcar) por las hojas de esta misma, las cuales se desperdician en los campos donde se descomponen y generan gas metano, 21 veces más tóxico que el dióxido de carbono.
4. Ladrillos solares
Desde la universidad Eafit, ubicada en Medellín, los ingenieros Mauricio Betancur, Mario Betancur, José Ignacio Marulanda y Alejandro Velásquez, desarrollaron unos ladrillos solares que ya han sido utilizados en modelos de vivienda de interés social. Sin embargo, lo novedoso de estos ladrillos es que captan la energía del sol de forma vertical, mientras que los paneles solares tradicionales se ubican de manera horizontal y en espacios más reducidos.
Fotografía tomada de la revista científica de www.eafit.edu.co
De acuerdo con los investigadores de Helium con 320 ladrillos solares instalados en una vivienda de 50 metros (construida con 1.000 ladrillos comunes) sus habitantes se pueden autoabastecer de energía, pues cada ladrillo puede generar una potencia eléctrica de 3,2 W y 0,016 kWh/día (0,48 kWh/mes). Esto quiere decir, que para producir los 152 kWh que requiere una vivienda en promedio al mes, se necesitarían unos 320 ladrillos solares, en comparación con los 4,5 paneles fotovoltaicos tradicionales.